Ruta de los arroyos (Ácula – Ventas de Huelma)
RUTA PEATONAL VENTAS DE HUELMA – ÁCULA
DISTANCIA: 7,63 KM
DURACIÓN: 2 horas 35 minutos
DIFICULTAD: Fácil
Esta ruta está diseñada para el uso y disfrute de toda la familia, para hacerla tanto andando, en bicicleta o a caballo, gracias a su recorrido de suaves pendientes y la cercanía de núcleos urbanos donde poder reponer fuerzas en alguno de sus múltiples restaurantes, parques o jardines.
Es una ruta circular a la que se le han incorporado varios desvíos en forma de ocho. Pudiendo hacerla completa o en alguna de sus distintas variantes, permitiendo al visitante adaptarla a su gusto.
A lo largo de su recorrido nos iremos adentrando en el conocimiento del mundo rural en todos sus ámbitos, desde los distintos tipos de cultivo y la biodiversidad del entorno hasta las empresas asociadas al aprovechamiento y manufactura de los productos agrarios.
Iniciamos nuestra ruta en la Vereda de los leñadores de la costa, en su paso por Ácula, pedanía del municipio de Ventas de Huelma, en mitad del recorrido nos encontramos con varios puntos de interés, siendo el primero las almazaras que dan fe del carácter agrario del municipio, un poco más adelante dejamos a nuestra izquierda el polideportivo municipal donde dispondremos de una zona de descanso.
En apenas 2 km estaremos en el pueblo de Ventas de Huelma, donde podremos disfrutar en alguno de sus restaurantes de sus platos estrella antes de seguir con nuestra ruta, que nos guiará por el pueblo para conocer sus calles, su iglesia y el parque de las cuevas.
Desde el parque de las cuevas seguiremos un pequeño tramo por la carretera donde cogeremos el primer desvío a la derecha para dirigirnos otra vez hacía Ventas de Huelma o Ácula.
A lo largo de todo el recorrido podremos observar la riqueza en flora y fauna de este ecosistema agrario, teniendo especial importancia las aves esteparias, surcado por los diferentes arroyos que sirven de auténtico vergel y refugio de la fauna local.
Algunas de las especies de mayor interés: Águila calzada, Águila real, Cernícalos, Cogujada, Alcaraván o Sisones por nombrar alguno.
RUTA DE LOS ARROYOS (ALMAZARAS)
Las Empresas de Ventas y Ácula tienen especial cuidado en la búsqueda de materia prima de primerísima calidad y en la elaboración de sus productos, dando como resultado empresas de renombre tanto a nivel provincial, autonómico, como internacional.
Entre sus materia primas de calidad encontramos el cereal, la almendra y aceituna, cuya mezcla en los cultivos hace tan interesante estos paisajes, dando con ellos una amplia variedad de especies animales y vegetales adaptadas a los diferentes ambientes agrarios.
Bajo el paraguas de esta variedad de paisajes y productos se han creado una serie de empresas locales, donde el nexo de unión es la apuesta por el territorio y sus valores medio ambientales.
Las más conocidas pero no por ello las únicas son las almazaras, en ellas podremos encontrar aceites que cuentan con premios a nivel nacional e internacional. La producción de aceites y manufactura de los mismos crea un ciclo económico que repercute en los vecinos no solo de la localidad sino de toda la comarca. Teniendo como referencia a Templeoliva S.C.A Y Venchipa S.L.
Otras empresas no menos importantes que trabajan en la zona sobre producto local y medioambiental: ( encajar listado de empresas)
- Rancho del temple, con pistachos ecológicos.
- Perdices Ariza, producción de perdiz roja.
- Cereales Lorente, cereal y abonos.
Otra forma de disfrutar la naturaleza podremos hacerla en cualquiera de las diferentes formas y formulas, desde visitar el aeródromo Juan Espadafor para disfrutar de alguna de las muchas ofertas de ocio que disponen a pasear por el pueblo disfrutando de las obras de arte del artista local Badi coloreando, donde los elementos de la naturaleza son una parte esencial de su obra.
RUTA DE LOS ARROYOS (BARRIO DE LAS CUEVAS)
Situadas en la zona de regadío denominada las Veguetas, estas cuevas fueron utilizadas como viviendas por los venteños hasta 1960. El barrio estaba formado por unas cuarenta cuevas en la ladera del cerro junto a un camino. En algunas se pueden ver aún las habitaciones, chimeneas, alacenas, ventanas y puertas que nos muestran cómo vivían los venteños hasta principios del siglo XX. Otras se encuentran derruidas, como la Ermita del Ntro. Sr. Amarrado a la Columna.
Existían tres importantes barrios de casas cueva: el de la Ermita, el del Zacatín y el de la Tejuela.
Dentro de cada cueva se alojaba la familia y también los animales domésticos, a los que se les reservaba una habitación, generalmente a la entrada de la cueva, con un ventanuco al exterior para favorecer la ventilación y la limpieza del cuarto.
Normalmente cada cueva estaba constituida por un salón, cocina y comedor, todo en uno, que era la habitación más amplia, situada a la entrada de la cueva, donde estaba también la chimenea. A ambos lados, hacia el interior, se situaban los dormitorios.
Las cuevas carecían de pasillos y puertas interiores. Las habitaciones se separaban unas de otras por medio de cortinas. Solo existía la puerta de la calle y gran parte del mobiliario, como hornacinas, alacenas, bancos y repisas, se solían tallar en la pared de la cueva. Los interiores solían estar encalados de blanco.
Ermita de Ntro. Sr. Amarrado a la Columna.
En el lugar donde se ubicaba la Ermita, el párroco de la Iglesia de San Matías con fama de Santidad, D. Francisco de Velasco, excavó una cueva en tierras de su hermano para construir una capilla con oratorio en el año 1621. Renuncia a la Parroquia de San Matías y obtiene permiso del Arzobispo para retirarse a la Cueva de Ventas para celebrar allí la Santa Misa. Levanta un Vía Crucis en el cerro de la cueva.
A la muerte del sacerdote el pueblo edificó la Ermita junto a la cueva. Esta Ermita estaba formada por una pequeña nave central adosada a la cueva, con un pequeño campanario central y una habitación lateral. La fachada tenía una puerta de doble hoja de madera y un tragaluz circular. La fachada, el campanario y el tejado se derrumbaron a principios de 1997 debido al estado de ruina en que encontraba y a lluvias torrenciales.
RUTA DE LOS ARROYOS (IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ISIDRO)
Fundada en el año 1787 y dedicada al patrón del pueblo San Isidro Labrador. Además de las imágenes de éste y de Santa María de la Cabeza, la Virgen de los Dolores, el Corazón de Jesús y una pequeña Inmaculada Concepción, cabe destacar la de Ntro. Sr. Amarrado a la Columna. Junto a él hay un cuadro con un dibujo de este cristo y de la ermita con la siguiente inscripción: “Verdadero retrato del señor amarrado a la columna que se venera en esta parroquia. Como recuerdo de la reparación de su ermita a devoción de D. Antonio García Muros. Licenciado en la sagrada teología. Cura Párroco de Ventas de Huelma. Año 1926”.
El techo de la capilla tiene un interesante artesonado mudéjar. En la plaza de la iglesia hay una cruz de mármol situada frente a la puerta de entrada de la misma, de tipología latina con terminación de las ramas o brazos en bolas lisas de coronamiento, asentada sobre base pedestal con decoración empedrada a su alrededor. Tiene la inscripción “Iglesia de San Isidro fundada en 1.787”.
Las Fiestas Patronales se celebran en honor a San Isidro el 15 Mayo.
RUTA DE LOS ARROYOS (PUENTE DEL ENCINAR)
Ventas de Huelma se encuentra atravesada por varios arroyos, el arroyo de los Frailes (donde nos encontramos), el barranco Hondo (famoso últimamente por la supuesta aparición de una pantera negra en él), y ambos en su unión dan lugar al arroyo de Ácula, cuyo nombre le debe a Ácula.
Estos arroyos actúan como auténticas arterias de biodiversidad, sirviendo de corredor ecológico y nexo de unión entre hábitats.
En la época estival, donde la oscilación térmica puede llegar a tener más de 20º grados de diferencia y donde en las horas centrales del día la temperatura supera los 40º grados, son los arroyos y barrancos un refugio inmejorable para la flora y fauna. En su interior debido al paso de la corriente de agua junto con la cubierta de árboles y arbustos de porte alto, hacen que la temperatura se mantenga en unas condiciones muy por debajo de la que se soporta en las parte altas del terreno, prueba de ello es la imagen de las copas de los árboles que se nos muestran secas una vez que superan el límite superior del barranco.
Aquí podremos observar, además de las especies típicas de zonas de barrancos arbolados y zarzales, como Jilgueros, Currucas o Herrerillos entre otros muchos, especies de zonas agrícolas y esteparias como Alcaraván, Trigueros o el Sisón como especies más emblemáticas entre las aves. No podemos olvidar, aunque por la dificultad de verlos no se nos muestren, la amplia presencia de mamíferos como los conejos (muy abundantes en la zona, siendo una base de alimentación de otras especies), zorro, tejón o comadrejas entre otros.